Vincent van Gogh se instaló en Arlés en 1888 porque buscaba «una luz distinta». La etapa de Arlés fue la más productiva de su vida: de ella provienen obras como Los girasoles, La casa amarilla y El dormitorio. La casa donde vivía Van Gogh se perdió en la II Guerra Mundial, al igual que muchos otros lugares que frecuentaba en la zona. En la prestigiosa Fondation Vincent van Gogh de Arlés, creada en 2014, además de numerosas obras de artistas contemporáneos se exhiben cuadros de las colecciones del Van Gogh Museum y el Kröller-Müller Museum que se prestan para exposiciones temporales.